En el pasado la ventilación no es como la imaginamos hoy en día.

La invención del primer mecanismo de presión negativa marco un interés evidente en el estudio de la ventilación mecánica que se vio reflejado en bastantes avances en los años futuros.

Un ejemplo de esto fue el primer laringoscopio de visión directa por Kirstein en 1895 y la invención del prototipo del pulmón de acero como tal en 1876 gracias al doctor Woillez, de origen francés. Este primer prototipo del ventilador de presión negativa, como también era llamado, era sin embargo muy distinto a cualquier aparato que se nos vendría a la mente en la actualidad si pensamos en ventilación mecánica. Consistía en un dispositivo en que el paciente era introducido y del que solo dejaba fuera la cabeza con el fin de facilitar la respiración con el uso de la presión negativa generada dentro del habitáculo. Unos años después, en 1928, el ingeniero Philip Drinker perfecciona el instrumento de Woillez y hace público su “respirador de Drinker” con el que ayudaría a pacientes con lesiones en la musculatura respiratoria usando los mismos principios que Woillez usó en su dispositivo y que sería mejorado y perfeccionado por John Haven Emerson en 1931.

Datos curiosos Sonomedics

  • Los pulmones están constituidos por cerca de 300.000.000 de alvéolos. Extendidas, estas estructuras ocuparían una superficie de 70 m2.
  • Al toser el aire puede salir a una velocidad de hasta 140 kilómetros por hora, o que un adulto sano, en reposo, respira unas 18 veces por minuto
  • Un adulto sano, en reposo, respira unas 18 veces por minuto.
  • Cada día inspiramos aproximadamente 25.000 veces.
  • Respiramos unos 5-6 litros de aire por minuto.
  • Diariamente ingresan a los pulmones 14.000 litros de aire.
  • Al toser el aire puede salir a una velocidad de hasta 140 kilómetros por hora.
  • Al estornudar se expulsa aire a una velocidad de hasta 180 km/h.
  • Casi la mitad del agua que bebemos la expulsamos junto con el aire exhalado.
  • Permaneciendo en reposo se pueden perder alrededor de 17.5 ml de agua por hora (420 ml por día).
  • Durante una hora de actividad física moderada se pierden 70 ml de agua.
  • No es posible suicidarse aguantando la respiración porque respirar es una reacción automática. Solamente puede contenerse la respiración voluntariamente por un breve tiempo, después el sistema nervioso retoma el control.

¿Sabías que no hay una clasificación aceptada universalmente de circuitos de anestesia?

Se han propuesto numerosas clasificaciones basadas en distintos criterios (técnicos, funcionales) pero hasta el momento no hay una clasificación aceptada universalmente.

La clasificación clásica de los circuitos anestésicos en abiertos, semiabiertos, semicerrados y cerrados se presta a confusión ya que diferentes autores han definido estos términos en forma diferente.

A continuación se expone el criterio definido por Dripps, Echenhoff y Vandam.

Abiertos: El paciente recibe directamente gases provenientes de la máquina de anestesia. Los gases espirados dirigidos por válvulas van a la atmósfera.

Semiabiertos: los gases espirados fluyen hacia la atmósfera y también lo pueden hacer hacia la línea inspiratoria del aparato para ser reinhalados; la reinhalación depende del FGF y del diseño del CA; (Ej.: Circuitos de Mapleson).

Semicerrados: los gases espirados van en parte a la atmósfera y en parte se mezclan con los gases frescos reinhalándose, después que el CO2 de la mezcla es retirado por un absorbente.

Cerrados: todo el gas espirado es reinhalado. Sólo se incorporan al circuito el O2 necesario para cubrir las necesidades metabólicas y el agente anestésico.

Las limitaciones de la clasificación se ponen en evidencia cuando comprobamos que un mismo CA puede ser manejado con diferente criterio funcional, y por ejemplo, los Sistemas en T de Mapleson son considerados por otros autores como semicerrados. Los llamados “abiertos” son también definidos en forma diferente por otros autores.

Circuitos Anestésicos. Dr. Juan P. D’Este.